FAENA MARINERA
Por firmamentos, errante va la estrella;
con sonrojos el ocaso murió en la mar;
somnolencias de nácar sobre la arena;
murmullos expectantes, silencio y paz.
Del cielo mana rocío de luna llena
que al remero empapa al faenar;
candilejas luminescentes de sirena
que los remos atizan con el bogar.
Con fuerza espantan sus chapoteos
las sombras quebrantadas al pasar,
y, por los aires, flotan los deseos
con ansias de volar al más allá.
Las penumbras cierran el mar abierto;
las farolas le muestran por donde está
aquella niña que aguarda en el puerto
con labios de perla, vestida de cristal.
Con premura recoge sus aparejos
encendiendo las entrañas de la mar:
tesoros de ensueño, por sus reflejos,
atrapados quedan en las redes al izar.
Contar quisiera cuanto ha visto
y al puerto se afana por llegar;
tal vez un sueño, jamás previsto,
ayudó aquella noche en su bogar.
Antonio Puertas.
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