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Belvís

Belvís
Seminario Menor de la Asunción - Santiago

jueves, 30 de enero de 2014

Esta vez pondré mi nombre por delante para que no me pase lo del 13 de diciembre(que me olvidé firmar, aunque horas más tarde lo hice en el comentario): Andrés L. Amboage
ABONANDO LA INSTITUCIÓN DEL  “TRIBUNO DEL PUEBLO”
Vayan por delante mis felicitaciones a cuantos-con persistencia y convicción-mantuvieron erguida la bandera de: “la Sanidad no se vende, se defiende”; porque han conseguido, en esta ocasión, que se paralicen las “externalizaciones” en Madrid. Puedo hacerlas extensivas al caso GAMONAL, en Valladolid, o a la Plataforma contra los desahucios, por ejemplo. Pero he de manifestar a continuación que no es el procedimiento que considero más efectivo; ni el más deseable en una hipotética democracia madura. ¿Por qué lo que es de justicia tiene que llegar después de enfrentamientos callejeros o de sobreesfuerzos de solidaridad de los ciudadanos? ¿Cada vez que falla una institución, que el fuerte pisotea al débil, que se abusa del poder político o económico; o se hace mal uso de la Caja Común ¿tiene el ciudadano que tocar la trompeta para convocar a los exhaustos por: el trabajo o por la ausencia del mismo; las preocupaciones familiares, laborales o de salud? ¿A cuántas manifestaciones diarias tendrían que concurrir?  ¿Está el afectado en condiciones de juzgar la gravedad de los hechos-u omisiones-que se le ponen a su consideración? ¿Tiene acceso directo a tales informaciones para hacerse una idea propia? Cuando los ayuntamientos, las CC AA o el Gobierno de la Nación reanuden a cuentagotas las privatizaciones ¿habrá de salirse de nuevo para tratar de impedir cada una de ellas? Cuando la euforia de haber detenido los desahucios se pase y los nuevos se produzcan con sordina ¿estarán disponibles en la misma cantidad los grupos que ahora “hacen ruido”? Y cuando muchos de los que en estas fechas pudieron hacer barricadas, preparar estrategias y movilizar las redes sociales-porque estaban “de vacaciones”-consigan recuperar la dignidad del trabajo y la propia estima ¿estarán disponibles para seguir en la lucha que será igual de justa y razonable?

Tiene que haber una institución-que desde la independencia de partidos, de poderes y servidumbres-vele por el Bien Común y sea la voz directa de la CIUDADANÍA. Él dispondrá del Cuerpo de Fiscales y de la autoridad  suficiente para contrarrestar a los demás. Los políticos-lo han demostrado-no valen para esto; y “las fuerzas de la naturaleza” necesitan- para su embride-: EL TRIBUNO DEL PUEBLO (vean mi propuesta en Facebook, 22 y 24 de septiembre de 2013.) Saludos

1 comentario:

  1. Lei Andrés y relei tus aportaciones e ideas del mes de Septiembre en facebook.Me parecen y parecierion muy interesantes y llenas de sabiduaria en el campo de las ideas y de lo que sería una sociadad ideal.Ese pensamiento es muy util socialmente.Historicamente en el siglo pasado,despues de dos guerras mundiales,nadie se imaginaba que pudiese llegar a consensuarse la declaración universal de los derechos humanos de Dicciembre del 48 y que han sido la brújula que marcó el Norte hasta nuestros días.Esa tensión entre lo que es y lo que puede ser no se debe perder de vista.Sin eso la humanidad estaría en la edad de piredra.El tribuno que tu pides y explicitas es y ha sido el Ombudsman que hay en todos los paises europeos e incluso en muchas uatonomías.El problema,cual la justicia,es como se designa y que medios le dan.Con aportaciones como la tuya la sociedad camina...Animo que la capacidad de pensar es lo que nos distingue como seres racionales.Un abrazo de compañero que se formó durante,al menos una década,en la misma comunidad de convivencia,crecimiento y cultivo.Con afecto.Rafael

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