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Belvís

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Seminario Menor de la Asunción - Santiago

jueves, 22 de abril de 2010

Garzón resiste


Un saúdo para todos:Onte pola tarde ás 7 e media, diante do palacio de Xustiza da Coruña ,concentrouse unha morea de xente en solidariedade co Xuíz Garzón. Había un abano de todas as idades e de todas as condicións sociais .Houbo un grupo que se disfrazou de Guarda mora coas capas brancas que lle dou un aire festivo e de farsa que como dixo Manolo vale mais esa imaxe ca unha disertación.
Manolo Rivas foi o pregoeiro cunha sentida alocución. Para o próximo Sábado, ás seis e media da tarde, están convocadas concentracións de apoio en moitas outras cidades. Aquí na Coruña será no mesmo sitio. De momento vai seguir outro mes no cargo. Hoxe que era o día da reunión do Consello non trataron nada e polo menos durante un mes seguira de xuíz.Parece que as presións de tanta xente valeron para algo.

Polo da memoria todos os que saben de dereito,cos que eu falei aínda que non lle teñan simpatía a Garzón, pensan que é imposible que o condenen. Ademais da foto, tamén copio o artigo que escribe unha maxistrada da Audiencia Nacional que, na causa que dou orixe ao procesamento de Garzón ,votou a favor igual que Garzón polo que tamén terían que procesala a ela. As togas andan alporizadas. Un saúdo .Rafael
(El País 22/04/2010)
“En derecho, la discrepancia es algo normal y, hasta diría que útil, saludable y necesario. Hasta tal punto normal que los tribunales colegiados se han constituido por ley siempre en número impar para que, previendo las seguras discrepancias, nunca pueda producirse un empate que paralice la adopción de resoluciones. Tan previsto está en la ley que jueces y tribunales discrepemos entre nosotros sobre una determinada interpretación legal o respecto a la valoración de las pruebas que la figura del "voto particular" está detallada y expresamente regulada. Así, si el que discrepa del parecer de la mayoría es el designado ponente de la causa (el encargado del trámite y de redactar la sentencia), éste tiene obligación de formular un voto particular respecto de la resolución que se dicte: "Si... no se conformare con el voto de la mayoría, declinará la redacción de la resolución, debiendo formular motivadamente su voto particular" (artículo 206 de la Ley Orgánica del Poder Judicial).
Cuando el que discrepe de la opinión mayoritaria sea uno de los magistrados que no tiene encomendada la redacción de la sentencia, podrá firmar la sentencia, aunque no esté de acuerdo con ella, o formular voto particular en el que formule las razones de su discrepancia (artículo 260 LOPJ). En uso de este derecho, formulamos, otros compañeros y yo, un voto particular el 4 de diciembre de 2008 frente al auto de 2 de diciembre de 2008 del Pleno de la Sala Penal de la Audiencia Nacional que declaró la incompetencia del magistrado juez de Instrucción Central nº 5, D. Baltasar Garzón, en el Sumario 53/2008 y ello, además de por razones procesales, por la firme convicción de que la Audiencia Nacional es la competente para la investigación de los delitos de lesa humanidad y genocidio que la sistemática y masiva eliminación de adversarios políticos que se verificó en nuestro país tras la Guerra Civil constituye.
Soy, sí, una discrepante. No estimo por ello que mis compañeros de tribunal sean unos ignorantes o unos prevaricadores: sencillamente, interpretan la ley de modo diferente al mío. Soy una discrepante, sí, pero no soy por ello una grosera ignorante de la legalidad ni una prevaricadora: el artículo 6 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que los jueces y tribunales no aplicarán las leyes y normas contrarias a la Constitución, y el artículo 10.2 de la Constitución establece que las normas relativas a la interpretación de los derechos fundamentales (y el derecho a la tutela judicial efectiva lo es) se interpretarán conforme a la Declaración Universal de Derechos Humanos y a los tratados y convenios internacionales ratificados por España. No soy un enemigo a abatir. Ni tan siquiera un adversario. Soy una discrepante. Nada más. Nada menos. Soy una discrepante, sí. Y a mucha honra.
Clara Bayarri, magistrada de la Audiencia Nacional, emitió un voto particular discrepante, junto a Ricardo de Prada y Ramón Sáez, en el que se mostraba partidaria de la competencia de la Audiencia Nacional para investigar los crímenes del franquismo.






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