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Belvís

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Seminario Menor de la Asunción - Santiago

domingo, 21 de noviembre de 2010

Justicia reptante

Esta vez  ,bajo el paraguas del título , mi intervención va de justicia y sociedad .
Aunque  mis reflexiones de hoy tienen que ver con un hecho alejado de esa geografía ,supongo que llegó a vuestro conocimiento el trato que dió la justicia a Antonio Meño (que ahora el Tribunal Constitucional  retome el asunto no sé si lo arregla o emperora desde un punto de vista teórico)  .
Pasamos a diario-inevitablemente indiferentes-ante personas cuyos dramas desconocemos .¿Quién puede suponer que esa señora que acaba de rebasarnos-viuda ella de un alcohólico muerto a los  60 años ,con  el que tuvo que bregar toda su vida ,además de sacar adelante a sus cuatro hijos -tenga que sobrevivir con poco más de 200 euros? . No se le vio rebuscar entre los restos de  la basura ni mendigar a la puerta de una iglesia ...¿Cómo vamos a imaginar que aquel hombre que observamos a menudo en el parque vestido con cierta dignidad y que habla con verbo cuidado es un ingeniero industrial que-echado de su trabajo y abandonado por su mujer-cansado de buscar alternativas y afectivamente hundido , ,tiró la toalla un día y arrastra ahora su derrota por los bancos de los parques y los colectores sociales de los albergues públicos? . ¿Qué tipo sociedad es esta en la que millones de dramas pueden pasar desapercibidos o ,cuando los suponemos, nos dejan bloqueados en tanto que miembros de tal organización? .No encuentro , en este momento , otra explicación : somos ,como grupo , unos  "domesticados" ,corderos asustados .Me aclaro : necesitamos "un orden" para que la respublica funcione , para sentirnos seguros , para tratar de ser felices ...Y ante el apremio de tales necesidades , la habilidad de los "domesticadores" y la parálisis subsiguiente de las conciencias ,  "olvidamos" preguntarnos si estamos en el mejor de los mundos posibles ,si el tren al que nos hemos subido nos conduce al parque frondoso de la integración o nos mantiene en la línea desértica de la indiferencia.
 "Sin tiempo" para la reflexión o quizás huyendo del vértigo que pueda suponer replantearnos una forma de vida que nos ha dado cierto acomodo ( "que nos hemos ganado" ) , preferimos dejarnos llevar de las mareas de la vida "tal como está" a inquietarnos con las derivas a que pudiera conducirnos un honesto cuestionamiento .Eso es lo que hace posible la insensibilidad con la que la justicia trató a Antonio Meño ; que la propotencia ,la prevaricación ,el amiguismo ,todo tipo de corrupciones ...campen a sus anchas sin que -como ciudadanos-reaccionemos .
Si queréis asomaros al miserable funcionamiento de la justicia os animo a que pidáis el libro : "Jueces a juicio" ,de Luís Bertelli-abogado del mencionado "paciente" . Podréis tenerlo en casa por 15 euros (justicia.pueblo@gmail.com)
Saludos .Andrés L. Amboage

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