LA DIOSA ANDREA
Al galope por el Olimpo con hiriente rayo,
Punta de lanza, armado, y encendido fuego,
Resquebrajando el diáfano velo, audaz Thor,
Señor y caballero del raudo y temible trueno.
Jinete de blanca armadura trotaba al encuentro,
Cruzando los abismos insondables del universo
Andrea, la indiscutible y más hermosa guerrera,
De todas las hazañas, su fiel y amante compañera.
Tridentes de fuego incendiaban sus eternos reinos;
Caballos alados relinchando por el techo de los cielos
Sembrando la noche de dardos y cristales de fuego,
Huyendo con las sombras los espectros del infierno .
Con pavor crujían los goznes de Tebas con sus vientos,
Cerrando murallas al paso de tan singulares guerreros;
Sembrando huracanes en los cielos, terror de los muertos,
Y, el mismísimo Eolo, derrotado, incapaz de contenerlos.
Sueños de amor de aquel divino y colosal encuentro
Hicieron temblar de placer las columnas del universo,
Suspiros de los cielos con los ardientes labios en la gloria
De laureada señora, diosa en el trono del Olimpo eterno.
Doncella de mis sueños, Andrea, princesa que vuela
En carroza encantada por las noches de los silencios,
Privilegiada inalcanzable, que vaga por los misterios
De mis mortales deseos; sólo para dioses tus privilegios.
Antonio Puertas
No hay comentarios:
Publicar un comentario