MADRE
Nunca más podré regalarte una flor,
como el pasado año, un día como hoy.
A tu casa llevé el clavel de mi amor;
sin ti, madre,… sin esa flor, hoy estoy.
El mes de mayo el viento la marchitó
y nunca más quise talar otra flor…
¿ para qué ? si ya tu cariño me faltó.
Sin tus besos ya me ahogué en mi dolor.
Este año te voy a regalar un poema,
y en tu trono lo cantará un ruiseñor.
Abre, pues, las ventanas de mi pena,
y escucha en tu cielo mi canción de amor.
Madre, dale mil besos al ruiseñor.
Escríbeme en un pétalo tu oración;
un río me traerá el trino de tu amor
brincando en su cuna… alzando tu canción.
Antonio Puertas.
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